El ejercicio anaeróbico significa que estás trabajando a una intensidad tan alta que tu sistema cardiovascular no puede entregar oxígeno a tus músculos lo suficientemente rápido.
Eso no suena como un resultado deseable, pero este tipo de actividad puede mejorar tanto su resistencia como su fuerza muscular. Y debido a que los músculos necesitan oxígeno para seguir trabajando, los ejercicios anaeróbicos solo pueden durar períodos cortos, lo que le permite reducir el tiempo total de entrenamiento.
Si alguna vez te has quedado sin aliento por completo durante un entrenamiento, o has alcanzado del 90 al 100 por ciento de tu frecuencia cardíaca máxima, sabes cómo se siente el ejercicio anaeróbico.
Tanto las actividades cardiovasculares como las de entrenamiento de fuerza pueden ser anaeróbicas. La mayor diferencia entre el ejercicio aeróbico y el anaeróbico es la intensidad a la que está trabajando.

Beneficios del ejercicio anaeróbico
Si bien el ejercicio anaeróbico solía ser algo que principalmente hacían los atletas para aumentar su rendimiento, quienes hacen ejercicio todos los días también pueden beneficiarse de este tipo de entrenamiento.
Cuando entrenas a altos niveles de intensidad, hay un aumento del umbral anaeróbico, eso significa que puede trabajar más duro durante períodos de tiempo más largos, todo mientras quemas más calorías.

Otros beneficios incluyen:
- Resistencia: haz un poco de entrenamiento anaeróbico y tus otros entrenamientos serán más fáciles.
- VO2 máximo mejorado: tu cuerpo aprende a usar más oxígeno, que convierte en energía para permitirle hacer ejercicio por más tiempo.
- Músculos más fuertes: en lugar de producir energía a partir del oxígeno (como lo hace durante los entrenamientos aeróbicos), tu cuerpo utiliza las reservas de energía en los músculos durante el ejercicio anaeróbico. Eso significa que ayuda a mantener y mejorar la masa muscular.
- Huesos más fuertes: algunos ejercicios anaeróbicos (como el entrenamiento de resistencia intenso) pueden mejorar la densidad y la fuerza óseas. Esto, a su vez, reduce el riesgo de osteoporosis.
- Pérdida de grasa: un estudio encontró que el ejercicio intermitente de alta intensidad (es decir, el entrenamiento a intervalos) puede ser más efectivo que los ejercicios aeróbicos para ayudar a los deportistas a quemar grasa.
- Mejora del estado de ánimo: al igual que el ejercicio aeróbico, se ha demostrado que el entrenamiento anaeróbico reduce los sentimientos de depresión, tensión e ira.

En conclusión, el ejercicio anaeróbico aporta muchos beneficios para nuestra salud, mejorando nuestra capacidad en muchas de las tareas que realizamos en la vida diaria. Este tipo de entrenamiento debe ser tomado con cuidado sobre todo si estas empezando en el mundo del fitness, teniendo en cuenta la correcta ejecución de los ejercicios, con el tiempo se podrán observar grandes resultados.


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