Como el estrés engorda?

DEFINICIÓN:

Algunas personas viven en un estado de estrés tan constante y continuo que ya no logran distinguir si sienten estrés o no. Como el estrés engorda? Cuando el estrés se hace presente de forma rutinaria a la persona se le dificulta el hacerse consciente de que está pasando por una situación de vida estresante. Por ejemplo, una persona que se ve forzada a trabajar en un sitio donde le maltratan tendrá un estrés casi continuo mientras asista a su trabajo. Lo mismo pasa cuando la persona experimenta problemas de pareja o familiares y tiene que vivir con ello día tras día.

ESTRÉS

Además de los daños observables a simple vista que produce el estrés al cuerpo y a la salud hay un factor que es medible. Es el factor hormonal. Cuando hay estrés el cuerpo produce un exceso de la hormona cortisol. A esta hormona, cortisol, se le llama “la hormona del estrés” porque se produce siempre que se genera una situación de estrés. La hormona cortisol se produce en las glándulas adrenales que están localizadas arriba de cada uno de nuestros riñones.

COMO EL ESTRÉS ENGORDA

La hormona cortisol es parte vital de nuestro sistema interno de PELIGRO. El cuerpo produce esta hormona con el propósito de manejar cualquier emergencia que se haya detectado en el ambiente. Es una hormona que prepara al cuerpo para huir o para pelear. Fue diseñada por la naturaleza para poder sobreponernos a una situación peligrosa utilizando el máximo de nuestros recursos físicos y mentales. Por esta razón cuando se produce la hormona cortisol en respuesta a una situación de estrés el cuerpo responde a esta hormona produciendo unos cambios internos que nos ayudan a sobrevivir el supuesto peligro o amenaza. Son cambios internos como subir la presión arterial (por si hay que correr o pelear) y como aumentar el nivel de glucosa (azúcar de la sangre) a niveles más altos (para que las células tengan suficiente energía disponible para combatir la amenaza), entre otros.

Si la fuente de estrés fuera un Tigre que nos persigue para atacarnos, todo el exceso de glucosa que el cortisol puso en nuestra sangre sería consumido por nuestro esfuerzo de correr para alejarnos del tigre y no habría glucosa excedente después del periodo de estrés. El problema es que cuando la fuente del estrés es de corta duración, digamos una mala noticia, los niveles de glucosa aumentan debido al cortisol, pero al no ser consumidos por las células se convierten en grasa para almacenar.

LA GLUCOSA

La glucosa es la fuente de energía principal de todas las células de nuestro cuerpo pero, cuando no se utiliza y está excedente, el cuerpo la convierte en grasa para almacenarla como fuente de energía para una ocasión futura. De aquí que el estrés produce un exceso de glucosa en la sangre a través de la acción de la
hormona cortisol y ese exceso de glucosa termina depositándose en nuestra cintura, caderas y abdomen en forma de grasa. Sí, el estrés engorda.

El cortisol aumenta la glucosa en la sangre dándole órdenes al hígado de que utilice su reserva de glucosa y la deposite en la sangre para manejar la emergencia del estado de PELIGRO. Cuando ocurre una situación de estrés y el cortisol logra que se utilice nuestra reserva de glucosa del hígado automáticamente sentimos hambre, en especial por los alimentos dulces o los que son fuente de glucosa como los carbohidratos: pan, harina, chocolates, pasta, etc. O sea, que el estrés no solamente engorda, también da hambre. Por eso una persona estresada, muchas veces termina desquitándose con la nevera.

COMO EL ESTRÉS ENGORDA

Sin embargo, cuando hacemos ejercicio moderado por unos 45 a 60 minutos el cuerpo elimina grandes cantidades del cortisol a través del hígado y durante el entrenamiento consume el azúcar extra que se había generado para huir del “peligro”.

Por eso muchas personas observan que si han pasado un día muy estresante se les hará muy difícil dormir a menos que hagan un poco de ejercicio antes de irse a la cama. El ejercicio les permite tener un sueño conciliador porque reduce los niveles de cortisol que estaban en la sangre.

Fuente: Poder del Metabolismo

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